sábado, 15 de mayo de 2010

Al igual que las hormigas...

-"Aquella misma noche, cuando cruzamos al bar Dalí, mantuvimos una potente comunicación, la noche transcurrió cargada de magia, y llegamos a la madrugada,con las almas hinchadas de pasión.
Increíbles charlas sobre música y músicos, cine y literatura. Todo aquello era maravilloso, allí uno siempre aprendía algo -los conocimiéntos eran valiosos- pues, quienes tomaban la palabra lo hacían con vehemencia y conocimiento de causa.

Otro aspecto maravilloso, es que allí, no sólo se aprendía prestando atención a los diálogos -puesto que a esos jugosos comentarios se sumaban la copia de una cinta de una banda de rock, un disco nuevo o un libro prestado- o algo mejor aún: la visita a casa de uno de estos amigos, para conocer su discoteca y biblioteca.

Al igual que las hormigas cuando descubren una fuente de alimento y comienzan a llamar a las demás, o como las abejas que emiten con sus alas un mensaje, delimitando el sitio exácto donde fluye el néctar: aquél que descubría una fuente de inspiración de inmediato la socializaba.

M. trajo sus relatos de Nevada, su viaje a Los Ángeles, las crónicas de varias bandas vistas en vivo en su haber (allí nacería mi pasión por U2), una colección de magníficas cintas y unas inmensas ganas de descubrir todo lo que en materia de rock, había ocurrido, entre el '82 y el '85.
Además estaba poseído por la misma pasión nocturna que el resto de los parroquianos e idéntica devoción al círculo de fumadores de plaza Mitre.
Ingresó al grupo de lleno, en esa misma jornada".-

No hay comentarios:

Publicar un comentario